domingo, 1 de agosto de 2010

Cutouts of my life

Él me habló de toda mi vida como si hubiese descifrado un crucigrama de alguna revista comercial.
¿De dónde sacó las palabras? De una forma inusitada comenzó a explicarme la vida que sabía, pero que nunca me había detenido a observar.
Me llamó la atención la forma en que puso sus manos para comenzar a leerme la energía; hizo un tipo de esfera con sus manos y comenzó alternadamente a juntarlas y a abrilas siempre así, muchas veces, moviendo sus dedos como las olas cuando entran y salen hacia la inmensidad. Muchos detalles no manejaba, simplemente lo fundamental, así como si fuese recortando palabras de una revista para luego así comenzar a formar las oraciones que me diría durante mi falsa introspección.
Al pronunciarle mi nombre comenzó el juego de sus manos, sus ojos parecían idos hasta que esbozó su primera frase: tu familia (...)... y creo que no me dijo nada que yo no supiese.
Mientras él me explicaba lo que ocurría dentro de mi familia no pude dejar de pensar en que quizás eso pasaba en todos los hogares, en que quizás era un charlatan más o quizás simplemente me decía la verdad; pero siempre con un dejo de escepticismo.
Comenzó a indagar en mi hogar, en mi padre, en el ambiente del hogar y yo perpleja, no sabía qué decir, lo único que sabía era que si ya me había metido en esto debía continuar.
Luego indagó en mí, en mi personalidad(cosa que no me sorprendió mucho, ya que por el siemple hecho de hablar con alguien uno se hace la imagen de su interlocutor), en mis posibles ''enfermedades'' y en lo que me llamó más la atención... mi hobbie más preciado.

-¿Tu escribes?
- Sí, le dije.
-¿Por qué dejaste de escribir?
Y sentí cómo se me congelaba la sangre, ¿Cómo fue que supo que yo escribía?. Hasta el día de hoy me trato de responder esa interrogante.
-No sé, he tenido otras cosas que hacer, supongo.
Fue mi respuesta.
-No lo dejes de hacer, es tu talento, y ese talento te llevará a alguien muy especial.
-¿Lo conozco?, le pregunté asombrada de la respuesta, y de mí que ya me sentía sedada dentro de su telaraña.
-Será posiblemente el amor de tu vida.
Y la atmósfera se hizo silencio dentro de mis sentidos. Mientras le preguntaba pensé siempre en una persona, y al no decirme sus características me vino la decepción, no hacia él sino hacia la persona en quién yo pensaba.


Hoy, me doy cuenta que todo lo que me dijo no fue casualidad, sino más bien una causalidad.
De ahí que creo en esas cosas, creo que la mente es tan fuerte que puede incluso reorganizar la razón, quiero decir que siempre hay algo que está pasando y que no se entiende o que no entendemos, y no se entiende por culpa de nosotros porque siempre que sucede algo tratamos de cierta forma de cortarlo en dos para ver su trasfondo, y así entenderlo. Somos dos para todo, hay dos manos, dos ojos, dos oídos y dos agujeros que conforman una nariz... hasta el cerebro tiene dos hemisferios. Nosotros necesitamos de una mitad para funcionar; y cojeamos mientras nos falte la otra mitad del pensar, pero cuando la hayamos el pensamiento se reorganiza...comienza la verdadera diferenciación, las ideas diferentes, la recolección de recortes, la unificación de las culturas.
La materia es la que da el verdadero impulso a la creación, o al revés, pero se da origen al pensamiento, y cuando éste se despierta, al espíritu, y teniendo espíritu se tiene razón. El espíritu es un ser inmaterial pero con una característica clave, está dotado de razón. Nosotros irradiamos energía que siempre está sujeta a cambios, ya que la vida conforma una actividad eléctrica y magnética. Esta energía que irradiamos es emoción, pensamiento, fuerza y energía espiritual.

Uno está en la vida para crecer, no sabiendo bien para qué función, pero uno crece como un árbol, como una flor, y por ende también crece el espíritu, el cuerpo, la memoria, y la razón, como dando frutos, como dando flores, hasta llegar a la total maduración.

Yo no me cierro a creer, ya no como concepto, sino como forma de vida.

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