miércoles, 26 de enero de 2011

No fue por azar

Hoy definitivamente no era ni el día, ni la hora, ni el momento. Así como tampoco lo fue ayer, antes de ayer, la semana, el mes, ni el año. Era necesario que alzara la mirada hacia la ventana para mirar ese reflejo que no demostraba más que un gran pesar sobre su cabeza, y que le atacaba el aura, el corazón, y su vida. Sintió que ya nada más podía hacer, salvo seguir mirando ese reflejo que le hacía ver el gran espectáculo que debía hacer todos los días al salir a la calle. A pesar de todo era bueno que se llenara de ese sentimiento que la inundaba para que se diera cuenta de que a pesar de todos los intentos fallidos logró situarse en el vacío.
Quizás mañana cambie de cartelera.

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