Y pensar que la misma idiotez es lo estúpido,
el error, la amargura, la avaricia, el mal de ojo y la envidia;
es la anti ambrosía, la pudrición y el mal de muchos..
Y alimentan a todos esos malos mendigos
blasfemando, mintiendo y sobando las espaldas.
Y mientras hablan, alimentan culpas
¿piensan que lavando sus pies quedaran libres de carga?
Y vuelven alegres por el camino fangoso
al haber confesado todos sus males,
sin darse cuenta que siguen nadando en la misma mierda
al danzar sus malos augurios.
Nuestros arrepentimientos son cobardes y nuestras culpas necias,
calcomen nuestro intestino como un millon de helmintos,
como mal parasitismo innato, no como mal de comensal.
Y pensar que mi error fue creer que tal vez la gente cambiaba...
pero no existe la cura para aquel torcido árbol.
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